domingo, 3 de julio de 2011

La contaminacion del Agua

La contribucion desde los estudios antropologicos en la creacion de la politica nacional de Medio Ambiente

La iniciativa de incluir a la ciudadanía a participar en la construcción de una política nacional del medio ambiente además de ser una idea nueva, es una excelente estrategia para una solución integral de los problemas que como sociedad nos atañe en torno al medio ambiente, ya que de una manera participativa se incluye a parte de los ‘causantes’ de la problemática y al mismo tiempo se les convierte en agentes de cambios que aportan a la solución.

Es interesante que a pesar que la ley del medio ambiente de 1998 establece que todos y todas los ciudadanos salvadoreños tenemos derecho a vivir en un medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado; y que es deber del Estado tutelar y garantizar este derecho, ahora en día basta un ejercicio de observación consciente para darnos cuenta que en la práctica esto no se cumple. Para los anteriores gobiernos – a pesar de estar obligados por ley a velar por este derecho- el tema no representaba una prioridad dentro de sus agendas, y esto se ha visto reflejado en años de descuido y ausencia de planes y proyectos encausados a solucionar y prevenir la problemática. Es preocupante que nuestro país figure como el primer lugar de índice de riesgo climático en 2009 y que además sea un país con un alto porcentaje de problemas medio ambientales; pero es más preocupante que una de las razón de mas peso para solucionar su deplorable estado, sea porque “nos impone severas restricciones para construir una economía robusta, competitiva con capacidad de crecer y generar empleos de calidad” (documento Consulta pública MARN: 2011, 3). La necesidad de una política nacional del medio ambiente no está en tela de juicio, pero que uno de las razones central del por qué resolver las mismas sea por el retraso que su deterioro representa a la construcción de una economía robusta, en lo personal como ciudadana y –casi- profesional, es cuestionable.

Los objetivos que el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) se ha planteado en este proyecto de consulta nacional son: revertir la degradación ambiental y reducir la vulnerabilidad frente al cambio climático. El primero hace referencia a las causas de las acciones del ser humano y la segunda a los estragos hechos por la naturaleza cuyas acciones están más allá de nuestro control más no de nuestra capacidad de respuesta y prevención. Ambos objetivos plantean lo que el MARN pretende englobar en la política pública de medio ambiente. El propósito de este escrito es proponer desde la antropología cómo se podría abordar la problemática del medio ambiente en cuanto a ambos objetivos. Para ello parto de hacer una breve reseña-comentario acerca del documento de la consulta pública para finalizar señalando cómo la antropología podría participar en la temática.

Los componentes de la problemática medio ambiental

Los primero que hay que decir respecto al documento del MARN es que el problema de nuestro medio ambiente es complejo por las diferentes áreas que componen el enramado que constituye “el medio ambiente”, por lo tanto su solución y prevención es igual de compleja y se debe abordar de forma integral. Al hablar de Medio Ambiente al menos podemos señalar tres grandes problemáticas:

En primer lugar tenemos el problema del Agua. La calidad de este recurso en nuestro país es deplorable, solo un ejemplo de ello es un estudio realizado con las comunidades alrededor de la Cordillera del Bálsamo donde se encontró que más del 90% de ellas se abastecen de agua contaminada con altos residuo fecales. Según el MARN el problema con el agua primordialmente son dos; la alta contaminación y deshechos presentes en el agua (ríos y lagos) y la falta de un tratamiento de las aguas residuales efectivo. Este último incluye la participación negativa que ha tenido las personas y la industria en empeorar la situación. Un segundo problema tiene que ver con prácticas en la Agricultura; el uso de sustancia químicas dañinas y prácticas perniciosas como la quema, están deteriorando cada vez más el medio ambiente. En esta problemática se incluye el sector transporte cuyas emisiones tiene una alta incidencia en las enfermedades respiratorias. Un tercer problema lo constituye la urbanización descontrolada Nuestro país en las últimas décadas se ha vuelto cada vez mas urbano, pero al mismo tiempo se ha convertido en un depredador del medio ambiente, frágil y vulnerable, y lo único que hemos visto los últimos años ha sido la improvisación de las autoridades competentes.

Existe un cuarto problema que agudiza la situación del medio ambiente, los cambios climáticos. Uno ejemplo de ello ha sido que en los últimos años llueve mucho o llueve muy poco, generando consecuencias de diferente índoles sociales y económicas. Por lo tanto, respecto a la problemática del medio ambiente tenemos tres que son obra y manipulación humana y una cuarta que sale de nuestro control en cuanto a sus acciones sobre nosotros, pero de la cual se pueden prevenir y disminuir sus consecuencias. Mas adelante en el documento el MARN señala que la ley del medio ambiente en su artículo 11 estableció como instrumentos para la política nacional del medio ambiente: el ordenamiento ambiental del territorio, la educación y formación ambiental, la ciencia y tecnología, la participación de la población, incentivos y desincentivos, la información y evaluación ambiental y el financiamiento ambiental. Por lo que a partir de estos instrumentos y valiéndose de ellos se pretende elaborar un solución integral. La pregunta es cómo se podría a través de los estudios antropológicos dar un aporte a la solución del problema aquí planteado.

El aporte de los estudios antropológicos a la problemática

En primer lugar es importante señalar que el interés de la antropología por la manera en que las sociedades se relacionan con su entorno ha estado presente desde hace más de cien años. Este interés y sus resultados parecían ser significativos únicamente dentro del mundo académico, sin embargo hoy en día en medio de las crisis ecológicas que vivimos, los estudios antropológicos sobre cuestiones relacionadas al ambiente cobran importancia en los discursos y debates políticos (milton:1997,1)

El debate de la relación Cultura y Ecología se ha desarrollado por décadas en la antropología, prueba de ello es que han existido diferentes propuestas teóricas en torno a cómo entender esta relación y a pesar que aun existe una discusión al respecto y no ha habido un consenso generalizado, un punto importante en el cual coinciden los antropólogos es que el modo en que la gente comprende su ambiente (alrededor) se deriva de la forma en que lo usan y de cómo viven inmersos en él (Milton: 1997, 12); es decir, este mismo debate de siempre ahora se expresa así: los modos de interactuar con el entorno moldean los modos de comprenderlo; y a su vez los modos en que la gente comprende su entorno, también moldean su modo de relacionarse con él. En este sentido las perspectivas culturales -estudios antropológicos- proporciona los conocimientos, las suposiciones, los valores, los objetivos y la base ideológica que guían la actividad humana (Milton: 1997,13) Siendo esto así, la antropología puede y debe aportar desde su especialización insustituible a la comprensión del papel de la cultura en las relaciones entre seres humanos y su entorno (Milton: 1997,3).

Para ahondar en qué formas y desde dónde puede la antropología aportar para la problemática que hemos venido discutiendo, a continuación presento cinco propuestas desde donde esta disciplina puede abordar el tema.

• Nuestra cultura en su globalidad nos da una perspectiva del mundo la cual orienta las acciones que tomamos y les otorga sentido; esto forzosamente acarrea consecuencias ambientales, por lo que a partir del análisis de la diversidad cultural la antropología puede brindar el conocimiento sobre modos de vida sostenibles a un nivel mas general y analizar qué formas de ver el mundo, de tipos de valores, creencias, estructuras de parentesco, ideologías políticas y tradiciones rituales, contribuyen o perjudican practicas sostenibles(Milton 1997,15)

• Por otro lado, es difícil conocer o aseverar qué tipo de actividades humanas son más dañinas para el entorno, y la medida y la forma en que lo son; sin embargo este es precisamente uno de los temas que la antropología ha estudiado, se ha centrado en el papel que juegan los asentamientos humanos en los ecosistemas.

• Sí hablamos de los cambios sociales requeridos para revertir el daño ecológico, se vuelve primordial tomar en cuenta aspectos como los valores locales, el significado profundo de los usos y costumbres, y los símbolos e indicadores que refuerzan las identidades (catalina udla sitio web), área que le compete directamente a la antropología.

• Luego, en la problemática medio ambiental con los cuatro ejes que previamente hemos definido, existe una esfera local y global; en ese sentido la antropología también puede ser útil ya que dentro de su análisis se articula lo local y lo global.

• Por último respecto a los cambios climáticos es necesario prestar atención tanto a la amenaza -que del problema es el factor físico-; y a la vulnerabilidad que es el factor sociocultural, pudiendo ser retomado este último por los estudios antropológicos.

Estos son solo algunas de las propuesta dese la antropología para aportar a la solución del problema que venimos tratando, definitivamente no va dar la solución integral a este problema tan complejo local y global. Se debería considerar otras medidas y acciones complementarias como la creación de grupos interdisciplinarios que trabajen en conjunto por municipio aportando cada uno desde su espacio de trabajo, de acuerdo a las condiciones socio culturales y contexto de cada lugar (municipio). Además se debe considerar crear espacios para la educación e información a la población en general, respecto a cómo cuidar el medio ambiente y prevenir la vulnerabilidad y factores de riesgo en nuestras comunidades; esto desde los centros escolares, hasta los espacios de recreación parques y centros comerciales.

La solución al problema que nos atañe a todos como ciudadanos comienza desde nosotros y nosotras mismas, el factor más importante es comenzar un cambio por nosotros desde casa, desde nuestra calidad de ciudadanos, profesionales y seres humanos. Por último es importante señalar que es necesario sentar nuevas bases para una solución que no esté sobre los viejos cimientos; y esto debe incluir una autocritica de las razones que nos están llevando a priorizar esta problemática; si es meramente sólo porque obstaculiza el desarrollo de una economía robusta (lo cual solo nos va dar una solución superficial y de parche), o porque la edad mínima de vida de los seres humanos va disminuyendo a causa de la los estragos ambientales.

Bibliografía

Documento “Consulta pública para la política nacional del medio ambiente”
MARN
2011

Sitio web Catarina UDLAP México
http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/laac/moran_r_g/capitulo2.pdf
*en esta página se hace referencia a el autor Milton 1997, aunque no menciona el libro al que hace referencia.

La Cultura del Agua en El Salvador

La investigadora Doribel Herrador, comienza por darnos una introducción titulada Cultura del agua: pipiles, mayas y lencas en El Salvador, luego brevemente nos señala lo que fue su metodología para posteriormente pasar de completo a señalar lo que fue su informe final en esta investigación.  En primer lugar señala que la presencia de las poblaciones indígenas en El Salvador continúa siendo un punto polémico tanto entre especialistas y científicos sociales como entre funcionarios públicos y políticos salvadoreños ya que a pesar de que existe cierto reconocimiento de la existencia de estas por parte de instancias oficiales e investigadores independientes, aun falta mucho por hacer. Luego ella señala que las culturas más importantes en el país fueron los mayas, lencas y pipiles y el presente documento está enmarcado en la “Cultura del Agua” de estos grupos que habitaron El Salvador.

Como cultura de Agua ella definde ---> el conjunto de modos y medios utilizados para la satisfacción de necesidades fundamentales relacionadas con el agua y con todo lo que dependa de ella. Incluye:

- lo que se hace con el agua,

-en el agua y

-por el agua

para ayudar a resolver la satisfacción de algunas de estas necesidades.


Para ella esta "cultura del agua"se manifiesta mediante el vehículo cognitivo que es la lengua:

-en el sistema de creencias (cosmovisión, conocimientos),

-en el sistema de valores;

-en las normas y formas organizativas;

-en los conocimientos, prácticas y ejecución de objetos materiales;

-en las creaciones simbólicas, artísticas y folclore;

- en las relaciones de poder y la forma de resolución de conflictos que ella genera.

--->Por tanto, en esta investigación, la cultura de agua es un aspecto específico de la cultura de un colectivo que comparte: lengua, sistema de creencias y valores en un territorio dado<----

Para hacer esta investigación ella dice que no se conto con documentos de la época prehispánica por no haber, y de la época de la colonia se utilizaron algunos fragmentos de cartas escritas por Pedro de Alvarado y algunos frailes.La mayor parte de investigaciones recientes realizadas se han enfocado en los pipiles, y poco se ha escrito sobre los mayas en El Salvador y mucho más difícil ha sido encontrar información, acerca de los lencas. Por lo que únicamente se pudo completar la ficha para el grupo de los pipiles y realmente un esbozo para la de los lencas. Sin embargo, el presente documento se refiere a la cultura del agua articulando la información encontrada de los tres grupos.

La Cultura del Agua en El Salvador: Informe final de consultoría
Elaborado por
Doribel Herrador, M.Sc.
2005
UNESCO
Programa Hidrológico Internacional de la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

¿Existe un marxismo ecológico?

"...En este escrito pretendo mostrar que las aseveraciones marxistas sobre las relaciones sociales del hombre con la naturaleza pueden ser empleadas para una mejor comprensión de los problemas ecológicos contemporáneos.El mismo Marx es ambivalente con respecto a la concepción de la naturaleza en su crítica a la economía política. Por un lado, su teoría está relacionada con los enfoques tradicionales de la economía y la teoría política; Marx no abandona el “campo teórico” argumentativo tradicional de la economía política para abrir un nuevo campo. Sigue las señales de la ilustración racional y una lógica que no tiene en cuenta los límites de la naturaleza. El argumento principal es el siguiente: el hombre construye su historia al transformar la sociedad, la naturaleza y a sí mismo, pero no existen límites impuestos por la naturaleza. Por consiguiente, la naturaleza es concebida como un conjunto de recursos que pueden ser utilizados. Esta concepción podemos encontrarla ya en las ideas de Bacon, en la derivación de John Locke de los derechos de propiedad (de la capacidad del trabajo humano de apropiarse de los frutos de la tierra), así como también en el concepto de división del trabajo de Adam Smith como fuente constantemente creciente de productividad y, por ende, de riqueza para las naciones. Este campo teórico también incluye la concepción de David Ricardo sobre la tierra como factor limitante de la acumulación capitalista debido a los efectos que tiene la existencia de tierra de menor calidad y fertilidad sobre la reproducción de los costos del trabajo que llevan a una tasa de ganancia decreciente.

La idea de Marx resulta ser un progreso en comparación con la de Ricardo porque presenta la interpretación fundamental de las “leyes de movimiento” de la acumulación capitalista como moldeadas por las contradicciones sociales y no por los límites impuestos por la naturaleza.
Aquellas que Marx llamaba “interpretaciones vulgares” de la divergencia entre la oferta de recursos naturales y la demanda del hombre de productos de la naturaleza, particularmente acentuadas en la teoría de Thomas Malthus, exhiben un naturalismo inhumano, que Marx rechazaba ya en sus primeros trabajos en contra del idealismo alemán.
En las interpretaciones clásicas, y sobre todo en las neoclásicas, de la relación hombre-naturaleza, la racionalidad individual en la toma de decisiones con relación a los recursos escasos es el punto central, contrariamente a lo que ocurre con el pensamiento malthusiano en el que el exceso de demanda es la categoría decisiva. En las teorías clásica y neoclásica, la categoría de escasez aparece como la pieza central del razonamiento económico. El “individualismo metodológico” (Schumpeter, 1908) ha nacido; y con él, una racionalidad que separa en un primer momento recursos naturales de otras partes no valiosas de la naturaleza, que no sirven como fuentes de valorización capitalista, y que en un siguiente paso separa un recurso natural del otro. De otra manera, una toma de decisión racional no sería posible bajo las precondiciones del individualismo metodológico.
Por ende, la totalidad holística de la naturaleza o su respectiva integridad se disuelven en un conjunto de recursos naturales individuales y en un resto que no puede ser valorizado o validado. La naturaleza es de este modo transformada de una entidad ecológica en una entidad económica; más allá de esto, la naturaleza permanece “externa” al discurso económico y su racionalidad. En la corriente dominante dentro de la economía, este supuesto tiene, por un lado, la ventaja de ser apropiado para la aplicación de modelos altamente formalizados. Por otro, un razonamiento teórico de este tipo tiene que tener en cuenta la existencia de externalidades, como por ejemplo las fallas de mercado. Así es como la teoría de economías y deseconomías externas ha sido desarrollada por autores desde A. Marshall (1964) hasta A. C. Pigou (1960) y R. Coase (1960). La economía de los recursos (Hotelling, 1931) prometía proveer reglas sobre cómo lidiar con recursos naturales escasos sin dañar a la naturaleza, por ejemplo, sin producir excesos de demanda. Paradójicamente, las reglas sobre cómo lidiar con la escasez son concebidas como un remedio para evitar excesos de demanda (Altvater, 1993). Hoy, la aplicación de reglas racionales de decisión bajo condiciones de escasez como forma de sobrellevar una situación de real exceso de demanda es altamente dudosa dados los “límites al crecimiento”, el agotamiento de recursos y los conflictos militares sobre recursos (“nuevas guerras sobre recursos”) en África, América Latina y Medio Oriente. Varias guerras han sido declaradas por la dominación de territorios donde abunda el petróleo y por la influencia sobre los precios del mismo. Estos eventos muestran claramente los límites de la economía pura para explicar la realidad, y la necesidad de adoptar un enfoque político económico para comprender las contradicciones de nuestro tiempo. Jean-Paul Deléage concluye: “Moverse más allá de los límites […] adoptando la ‘postura de la totalidad’ es la única opción metodológica que puede servir como una base sólida para el análisis de la relación entre la sociedad y la naturaleza” (Deléage, 1989: 15).
La disolución de la naturaleza entera en una aglomeración de recursos naturales individuales, y luego la aplicación de un conjunto de instrumentos analíticos basados en el individualismo metodológico para así guiar racionalmente el manejo de los recursos, es ajena al concepto marxista de economía ecológica. La principal y fundamental razón es el concepto muy diferente de socialización (vergesellschaftung). Los individuos atomísticos, llamados homines oeconomici, que operan fuera del tiempo y el espacio, y por ende en un mundo caracterizado por el individualismo racional no natural, son una construcción idealista sin relevancia social. Su construcción es un resultado del “individualismo metodológico” de la economía moderna. En cambio, los individuos sociales se encuentran insertos en un sistema social histórico y dependen de la naturaleza y sus fronteras. Por ende, la racionalidad sólo puede ser una racionalidad restringida por lo social, y la perspectiva es la totalidad sociedad-hombre-naturaleza. Las categorías básicas de la crítica marxista de la economía política con respecto a la relación de la sociedad con la naturaleza están orientadas hacia la comprensión del metabolismo, esto es, de las transformaciones de la materia y la energía, el rol crucial de las necesidades humanas, el carácter dual del trabajo y la producción, la dinámica de las crisis económicas y sociales, la valorización del capital, la acumulación y expansión (globalización), la entropía y la irreversibilidad. En las siguientes páginas analizo estas categorías antes de arribar a una conclusión en relación con la utilidad de la ecología marxista para entender los problemas ambientales contemporáneos..."( Altvater)
 
Elmar Altvater
"La teoria Marxista hoy"
¿Existe un marxismo ecológico?
ISBN 987-1183-52-6
Buenos Aires: CLACSO, agosto 2006
(23 x 16 cm) 512 páginas
 
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La contribucion de la antropologia al estudio de los desastres: el caso del huracan Mitch en Honduras y Nicaragua

Este artículo examina las principales perspectivas que han guiado el estudio social de los desastres, desde los trabajos pioneros de inicios de siglo pasado hasta las tendencias más recientes. Así mismo, este ensayo discute las ventajas analíticas y metodológicas que la antropología presenta respecto a otros modelos de investigación más limitados. La reciente emergencia de diferentes paradigmas y modelos conceptuales dentro del campo de la antropología de los desastres se interpreta como indicativo de la evolución de esta especialidad en los ultimos años. El Huracán Mitch, que azotó America Central a fines de octubre de 1998, es un caso en que la antropología está contribuyendo al esclarecimiento de los factores que caracterizaron el suceso de un desastre, de su impacto diferencial en la población, y de las implicaciones de estos factores en el caso de un evento futuro. Varios estudios antropológicos, llevados a cabo recientemente en Honduras y Nicaragua, ilustran estos procesos.



La contribucion de la antropologia al estudio de
los desastres: el caso del huracan Mitch en Honduras y Nicaragua
Lopez, Marisa
Departamento de Antropologia
University of Florida 1999

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El final del salvaje: Naturaleza, cultura y política en la antropología contemporanea

10. EL MUNDO POSTNATURAL: ELEMENTOS PARA UNA ECOLOGÍA POLITICA ANTI-ESENClALlSTA


En el ocaso del siglo xx, la cuestión de la naturaleza aún permanece sin resolver en cualquier orden social o epistemológico moderno. Con esto no solamente me refiero a "nuestra' incapacidad -la de los modernos- para encontrar formas de relacionarnos con la naturaleza sin destruirla, sino al hecho de que la respuesta dada a la "cuestión de la naturaleza" por las formas del conocimiento moderno -desde las ciencias naturales hasta las hurnanas- se ha quedado corta en tal búsqueda, a pesar del extraordinario salto que éstas parecen haber dado en décadas recientes] Que en la base de la mayoría de los problemas ambientales haya formas particulares de organización social imperialistas, capitalistas y patriarcales, entre otras, no es una explicación
válida para el impase en el que las ciencias ambientalistas se encuentran hoy día.

 El hecho es que nosotros -¿quiénes y porqué?- nos vemos forzados a planteamosla preguntade la naturalezade unanueva rnanera. ¿Podría ser también porque las construcciones básicas con las cuales la modernidad nos ha equipado para está búsqueda -incluyendo la naturaleza y la cultura, así como la sociedad. la política, y la economía- ya no nos permiten cuestionamos a nosotros mismos y a la naturaleza, de formas que puedan darnos respuestas novedosaúO quizás es porque. como Marilyn Strathem (1992a) ha sugerido, ¿hemos entrado en una época definida por el hecho de estar "más allá de la naturaleza"? La "crisis de la naturaleza" también es una crisis de la identidad de la naturaleza. El significado de la naturaleza se ha transformado a través de la historia, de acuerdo con factores culturales, socioeconómicos y políticos. Como Raymond Williams lo plantea, "aunque a menudo pasa desapercibida, la idea de la naturaleza contiene una extraordinaria cantidad de historia humana" (1980:68). Rechazando planteamientos esencialistas acerca de la naturaleza de la naturaleza, Williams va más allá para proponer que en tales planteamientos la idea de la naturaleza es la idea del hombre  la idea del hombre en la sociedad, claro está, las ideas de diferentes tipos de sociedades" (1980:71). El hecho de que la naturaleza haya llegado a ser pensada de manera separada de la gente y producida a través del trabajo, por ejemplo, está relacionado con la visión de "hombre" producida por el capitalismo y la modernidad. Siguiendo los planteamientos de Williams, Barbara Bender propone que la experiencia de las personas en cuanto a la naturaleza y el paisaje "se basa, en gran medida, en la particularidad de las relaciones sociales, políticas y económicas dentro de las cuales dichas personas viven sus vidas]' (1993:246). Una etnografía del paisaje emerge de estos trabajos, los cuales reinscribiría~ la historia en el supuesto texto natural de la naturaleza.

Existen otras fuentes que alteran nuestro arraigado entendimiento de la naturaleza. Como varios autores han observado (Haraway, 1991: Strathern, 1992b; Rabinow, 1992; Soper, 1996), en el despertar de´una intervención sin precedentes a un nivel molecular de la naturaleza, podemos estar presenciando el ocaso de la ideología moderna del naturalismo, esto es, de la creencia en la existencia de la naturaleza prístina por fuera de la historia y del contexto humano. Debemos ser claros que dicha ideología implica una concepción de la naturaleza como un principio esencial y una categoría fundacional, un campo para el ser y la sociedad, la naturaleza como "un campo independiente de valor intrínseco, verdad o autenticidad" (Soper, 1996:22). Sin embargo, afirmar la desaparición de dicha noción es ostensiblemente diferente a negar la existencia de una realidad biofísica, prediscursiva y presocial si se quiere, con estructuras y procesos propios, que las ciencias de la vida tratan de entender.

Por un lado, para nosotros los humanos -incluyendo a biólogos y ecologistas- esto significa enfatizar que la naturaleza es siempre construida mediante nuestros procesos discursivos y de significación, de tal forma que lo que percibimos como natural es a su vez cultural y social; dicho de otra  manera,la naturaleza es simultáneamente real, colectiva y discursiva -hecho, poder y discurso- y, en consecuencia necesita ser naturalizada, sociologizada y deconstruida (Latour, 1993)~;Por-otro lado, con las tecnociencias moleculares -desde el Adn recombinante hasta el mapeo de genes y la nanotecnología- nuestras propias creencias de la naturaleza como pura e independiente están dando paso a una nueva visión de la naturaleza como producida artificialmente. Esto apuntala una transformación ontológica y epistemológica sin precedentes, que apenas hemos comenzado a entender: ¿Qué nuevas combinaciones de naturaleza y cultura llegarán a ser permisibles y practicables? En todo el mundo, la transformación de lo biológico está dando lugar a una gran variedad de formas de lo natural. Desde las selvas tropicales hasta los laboratorios de biotecnología avanzada, los recursos culturales y biológicos para la invención colectiva de naturalezas e identidades revelan un aIto grado de heterogeneidad y desigualdad. Argumentaré que las naturalezas, como las identidades, pueden ser pensadas como híbridas y múltiples, incluso si el carácter de dichas hibridaciones cambia de lugar en lugar, así como de un conjunto de prácticas a otro. De hecho, los individuos y colectivos están hoy obligados a mantener diferentes naturalezas en tensión. Uno podría situar estas naturalezas según varias coordenadas o construir cartografías de conceptos y prácticas para orientarse en el increíblemente complejo campo de lo natural de hoy día.

Este texto sugiere una cartografía particular, de acuerdo con el eje de lo orgánico y lo artificial. La primera parte de este capítulo presenta los principios más importantes del anti-esencialismo filosófico y político. La segunda parte propone un marco de los "regímenes de naturaleza" desde una perspectiva antiesencialista; me refiero a estos regímenes como orgánico. capitalista y de tecno-naturaleza. Finalmente, la tercera parte argumenta la inevitabilidad de las naturalezas híbridas en el mundo contemporáneo, sustentando esta hipótesis desde la perspectiva de los movimientos sociales de la selva tropical. A su vez, esta parte retoma la pregunta por las relaciones posibles entre las ciencias biológicas y sociales dentro de una concepción anti-esencialista. En las conclusiones, trabajo algunas de las implicaciones políticas del análisis.

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Escobar, Arturo
El final del salvaje: Naturaleza, cultura y política en la antropología contemporanea
10. EL MUNDO POSTNATURAL:
ELEMENTOS PARA UNA ECOLOGÍA POLITICA ANTI-ESENClALlSTA
Santa Fe de Bogota diciembre 1999
CEREC

Economía, territorios e identidades en la larga duración: una aproximación al caso salvadoreño

En este artículo, el autor, pretende demostrar la relación que existe entre economía, construcciones territoriales y la formación de identidades, y cómo estos procesos han incidido en la conformación histórica de la identidad nacional salvadoreña.

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Economía, territorios e identidades en la ´
larga duración: una aproximación al caso salvadoreño

Carlos Gregorio López Bernal