martes, 5 de octubre de 2010

El libro de Mary Douglas “Pureza y peligro: un análisis de los conceptos de contaminación y tabú” fue escrito en 1973, su redacción y traduccion hace un poco complicado el total entendimiento del mismo, sin embargo de” la impureza ritual”; el capítulo 1, he extraído algunas ideas y argumentos generales que esta autora presenta. Mary Douglas comienza diciendo que la idea de la suciedad de esa época presentaba dos aspectos; por un lado el cuidado por Ia higiene y por el otro el respeto de las convenciones. Ella dice que Las reglas de la higiene cambian a medida que se modifica el estado de nuestros conocimientos. Con respecto a nuestras reglas de limpieza, ella dice que tanto si las obedecemos rigurosamente o si las violamos, nada hay en ellas que sugiera una conexión entre lo sucio y lo sagrado.

Ella hace una crítica de que se da por sentado que una característica de la religión primitiva consiste en no establecer clara distinción entre la santidad y la impureza. Ella dice que si esto fuera verdad se haría patente la existencia de un abismo entre nosotros y nuestros contemporáneos primitivos. Lo que ella señala preocupante para el marco de lo que expone en su primer capítulo es que esta idea ha goza do de gran difusión y que además se enseñaba en esa época de' modo más o menos críptico. En otro orden de ideas dice que las reglas sagradas son reglas que ponen coto a la divinidad, y que la impureza es el peligro de doble sentido que implica el contacto con la divinidad. Por lo que para ella en este sentido el problema se reduce a un problema lingüístico, y que se resolvería entonces la paradoja en un cambio de vocabulario. Más adelante ella agrega que el lenguaje de la contaminación se presta a la invención de un álgebra compleja que toma en cuenta las variantes que existen en cada contexto.

En este primer capítulo ella se centra también en hacer aportes y críticas a lo que otros autores habían escrito al respecto. Por ejemplo se ensaña en todo el capitulo en señalar los desaciertos de Frazer. Una primera critica que hace a Frazer es que ella dice que al parecer él había pensado que la confusión entre la impureza y la santidad es el rasgo más señalado del pensamiento primitivo. Lo cual ella refuta que no. Además critica a Frazer por este dar una definición de tabú que ni siquiera era propia sino de alguien mucho anterior a él Robertson Smith; otro autor de quien retoma y discute en este primer capítulo.

Más adelante ella señala lo que por mucho tiempo dice fue un criterio para clasificar las religiones como avanzadas o primitivas: si eran primitivas, las reglas de la santidad y las reglas de la impureza se confundían; si eran avanzadas las reglas de la Impureza desaparecían de la religión. Por otra parte refiriéndose a Smith ella dice que este heredó la idea de que el hombre moderno civilizado representa un largo proceso de evolución; que parte de lo que aún seguimos haciendo y creyendo es algo fósil; apéndice petrificado y sin sentido de la diaria tarea de vivir, aunque ella señala que Robertson Smith no estaba interesado en supervivencias muertas. Para él, según lo señala Douglas, la tarea importante era extirpar la porquería y el polvo fuertemente adheridos a las culturas salvajes actuales y señalar los canales portadores de vida que muestran su capacidad de evolución por su presencia real en la sociedad moderna. A partir de los estudios y planteamientos de este señor, Douglas dice que los antropólogos se han topado con un problema intratable, ya que han recibido una definición de la magia en términos residuales y evolutivos. Más adelante señala que la influencia que Robertson Smith ejerció se distribuye en dos corrientes, en Durkheim y Frazer. En la opinión de Mary Douglas, Durkheim adoptó su tesis central y lanzó el estudio comparado de las religiones, cosa que dio frutos; y Frazer adoptó su tesis incidental menor y llevó el estudio comparativo de las religiones, sin mucho fruto o trascendencia.

Para finalizar el capitulo 1 ella dice que la influencia de Frazer ha sido funesta. Tomó de Robertson Smith la parte más periférica de su enseñanza, y perpetuó una demarcación desconsiderada entre la religión y la magia, además ella dice que difundió un falso supuesto acerca de la visión primitiva del universo, como funcionando por medio de símbolos mecánicos; y además otro falso supuesto fue que la ética es ajena a la religión primitiva. Para ella es importante poner esto a luz por que antes de aproximarnos al tema de la profanación ritual hemos de corregir tales supuestos. Para cerrar este capítulo ella dice que no debemos esperar llegar a una comprensión de la religión si nos limitamos a considerar la creencia en seres espirituales, ya que por más que afinemos la fórmula no debemos suponer que al catalogar la completa población espiritual del universo, hemos captado lo esencial de la religión. Para ella mas que detenernos en aguzar definiciones, se debería tratar de comparar los puntos de vista que tiene la gente en torno al destino humano y a su puesto en el universo. Y por ultimo ella dice que no debemos esperar llegar a una comprensión de las ideas que tienen otras gentes sobre el contagio, sagrado o secular, hasta que no las hayamos enfrentado con las nuestras.

En el siguiente capítulo la profanación secular, ella dice que las reglas rituales se apoyan con tanta frecuencia en las creencias de que peligros específicos ocurrirán en caso de que sean transgredidas; y que esto lo elabora a mas detalle en un próximo capítulo. Posteriormente ella da algunos ejemplos donde se ve las prácticas de higiene, leyes y prohibiciones de actos de impureza; con esto ella pretende llegar a un punto y es que para ella cuanto más atentamente examinamos estas reglas y otras similares, tanto más evidente resulta que estamos estudiando sistemas simbólicos. Al llegar a este punto ella se detiene a elaborar algunas preguntas que considera necesarias: ¿Es ésta entonces la diferencia entre la contaminación ritual y nuestra idea de la suciedad?, ¿son "higiénicas nuestras ideas allí donde son simbólicas las de ellos?

Para Mary Douglas nuestras ideas de suciedad expresan sistemas simbólicos y para ella la diferencia entre el comportamiento de contaminación en una y otra parte del mundo es sólo cuestión de detalle. Es interesante mencionar que ella señala que antes de comenzar a pensar sobre la contaminación ritual, deberíamos reexaminar nuestras propias ideas acerca de la suciedad, dividiéndolas en partes y distinguir entre ellas los elementos que sabemos son resultado de nuestra historia reciente. Ella dice que existen dos notable diferencias entre nuestras ideas europeas contemporáneas acerca de la profanación y aquellas llamadas de las culturas primitivas: la primera es que el acto de evitar la suciedad es para nosotros cosa de higiene o estética, y esto no tiene nada que ver con la religión; y la segunda es que nuestra idea de la suciedad está dominada por el conocimiento de los organismos patógenos.

Para concluir Mary Douglas dice que si la impureza es la materia fuera de sitio, debemos acercarnos a ella a través del orden; para ella la impureza y la suciedad son aquello que no debemos incluir si es que queremos mantener una configuración; además para ella reconocer esto es dar el primer paso hacia una comprensión de la contaminación y finalmente ello no implica una distinción tajante entre lo sagrado y lo secular.

Douglas, Mary
Pureza y peligro: un análisis de los conceptos de contaminación y tabú
Capítulo I La Impureza Ritual y capitulo II Profanación Secular páginas de la 21 a 62

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuál análisis ni qué nada, es un copy-paste tal cual de como viene en el libro.