martes, 29 de junio de 2010

El problema del Incesto

    Este capítulo comienza diciendo que es necesario señalar la diferencia entre incesto y exogamia; partiendo de entender el incesto como el que se refiere a las relaciones sexuales y la exogamia como el que se refiere a las relaciones conyugales. El propósito del autor al ahondar en la cuestión del incesto tal como lo dice es por querer saber por qué en la mayoría de los lugares y los tiempos se ha proscrito y se han evitado las relaciones sexuales entre parientes primarios. Él dice que si se sitúa el incesto en el centro del desarrollo de la humanidad, se suscita otra interrogante “…¿Deseamos decir por qué fue instituido en un principio este tabú, o bien queremos saber por qué cualquiera que sea su origen, persiste?...” A raíz de esta interrogante, él señala tres puntos principales que han sido objeto de discusión al hablar de las razones de su persistencia: a) ¿por qué serian tan desventajoso o desastroso para la familia, en particular, o para la sociedad, en general, el que dentro de la familia existiesen relaciones sexuales? b) ¿por qué hay gentes movidas a practicar o a prohibir tales relaciones? c)¿por qué la mayoría de las sociedades las prohíben y castigan a los infractores?

     Este autor explica una por una, pero en concreto lo que señala es que la respuesta de la primera pregunta se refiere al Tabú del incesto y reglas de exogamia; las del segundo se refieren al origen y persistencia del tabú del incesto y el tercero a las consecuencias, motivaciones y sanciones. A raíz de sus análisis de estos tres puntos el autor hace una primera conclusión y es que no existe un horror universal hacia el incesto y muchas sociedades no tienen severos castigos contra él, otras lo practican y aun en otras reina una verdadera indiferencia hacia él. Entonces él dice que a raíz de ver todas estas distinciones, el problema ya no consiste en hallar una buena respuesta universal, sino en conocer el margen de variación. Para él para explicar la casi universalidad con que se evita el incesto, cree que se debe abordar la cuestión de su origen.

     Posteriormente el autor se detiene a explicar como la teoría de la selección natural y la teoría demográfica explica la cuestión del incesto. Por un lado la primera dice que el tabú del incesto es un mecanismo que se originó a causa de sus mayores ventajas selectivas, la segunda dice que los rasgos demográficos de la antigua población humana hacían relativamente difícil la procreación intrafamiliar. Al final él señala que ambas teorías suponen que las consecuencias de evitar el incesto tenían ventajas de adaptaciones superiores y de mayor alcance que simplemente prevenir la procreación intrafamiliar. Por otra parte él señala que no es conveniente englobar todos las formas de incesto en un mismo apartado, porque entonces se ignora que hay tres formas probables de incesto: padre-hija, hermano-hermana y madre-hijo. Estos difieren en varios aspectos y la mayor de ellas está entre el incesto intergeneracional y el incesto fraterno.

     Una segunda conclusión que este autor señala es que es más corriente evitar el incesto que impedirlo activamente, además que las relaciones sexuales entre parientes primarios no son distintas de las que se dan entre personas que no son parientes; por lo que él no aceptaría el concepto de un instinto especifico respecto de la vida sexual intrafamiliar. De esta forma dice él quedan invalidadas las nociones tanto de evitación “natural” como de deseo incestuoso “natural”. Él agrega que lo único distinto entre los miembros de una familia es su estrecha convivencia y los cambios que se puedan dar de esto son los que determinaran si habrá o no indiferencia hacia el incesto o si causará horror.

bibliografía
Fox R. (1972) “El Problema del Incesto” en: Sistemas de parentesco y matrimonio. Madrid: Alianza.

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